La separación de los padres de Albert Álvarez, el que fuera segundo finalista de ‘Supervivientes 2019’, le dolió tanto que le llevó a tener una actitud algo conflictiva en la calle y se muestra muy arrepentido, pues reconoce que era una excusa. Tal fue así que Albert tuvo problemas con la justicia y pensó que si seguía así podría acabar en la cárcel: “Tenía muchas peleas, muchas denuncias, iba con malas compañías”. Estas “malas compañías” hicieron que se alejara de sus amigos de toda la vida.
Pero gracias a Dios, Albert salió de ese pozo y tiene que agradecérselo a dos amigos en especial, Juan Carlos y Abel. Han sido siempre un apoyo constante y ha llegado el momento de agradecérselo: “Si soy lo que soy, es gracias a ellos”, confiesa. Albert se ha mostrado visiblemente emocionado desde que nos ha contado su historia de amistad y su conflictivo pasado y cuando se ha encontrado con sus amigos de la infancia en el plató no ha podido evitar soltar unas lágrimas. Pero también ha habido risas. Los tres amigos han recordado anécdotas de la infancia y el público se ha reído con sus travesuras de niños.