Germán Arteaga inicia un nuevo negocio con el que convertirse en el nuevo dueño de Oeste. El mexicano se ve involucrado en una red de prostitución creando su propio club nocturno y secuestrando a mujeres del este para que trabajen en él. Una de ellas, Annia, consigue escapar durante un descuido de Freddy y escondida en la furgoneta de Daniel Artega llega hasta el pazo.
Allí se encuentra con Lara, le cuenta su historia y juntas acuden a la policía. Para no despertar sospechas, Annia duerme en el calabozo haciéndose pasar por una presa común. Daniel descubre su paradero y aparece en la cárcel dispuesto a terminar con ella.