"A un ídolo también se le puede derribar disparándole a los pies". Con esta frase, Mario dejará claro que aprendió bien de su maestro la lección de que todo vale si el fin es conseguir lo que uno quiere. El abogado de Nemo Bandeira no dudará en arruinar la reputación de su hija con el objetivo de presentarse después como su salvador y lograr así su confianza.