Lara no sabía que Mario estaba colaborando con la policía y se convierte en el topo de Monterroso sin que nadie lo sepa. Su chivatazo acaba con los panes de Mendoza, que es retenido por Santos Montoya y sus hombres acusado de traidor. A los colombianos solo les importa el dinero y están dispuestos a acabar con él si las cosas no saben como ellos esperaban.