Aunque Nemo Bandeira nunca ha tratado a Lara como a una hija, la muerte de Hada parece haberle hecho cambiar de opinión. Su sentimiento de culpabilidad no le deja pasar página y poco a poco quiere intentar ayudarla. La que no está por la labor es su mujer, que le deja claro que sus únicos hijos son Nina y Carlos.