Las dos grandes mentiras de Mario Mendoza

telecinco.es 01/07/2020 00:00

¡Alerta Spoiler! Si todavía no has visto el capítulo 6 de ‘Vivir sin permiso’, es el momento de que dejes de leer. Las cuentas de OpenSea están en números rojos y la única solución para conseguir liquidez sin volver a realizar descargas parece pasar por la salida a bolsa de la empresa y el cierre de todos los negocios deficitarios. Mario y su esposa están dispuestos a todo por conseguir el poder y ella, todavía sin recuperarse de su repentino aborto, ha decidido presentarse a la alcaldía de Oeste rompiendo para ella su matrimonio con Mario.

El divorcio de Mario y Elisa para ella era un simple gesto ante la galería o por lo menos eso parecía hasta que unos minutos antes de presentar su candidatura a la alcaldía, ha descubierto a su marido y a Nina, la hija de Nemo Bandeira, manteniendo relaciones sexuales en el cuarto de baño del Ayuntamiento. Una noticia que ha dejado a Elisa fuera de juego, pero con la fuerza suficiente para desmontar a la diseñadora delante de todos los miembros de gobierno.

Pero tan mentira es el matrimonio de Mario con Elisa como su relación con Nina. Mario está dispuesto a cualquier cosa por hacerse con el poder y no ha dudado en decirle a Nina, la hija de Nemo, lo que necesita escuchar para seguir manteniendo una relación con él. El ahijado de Bandeira ha mirado a los hijos a la joven y no ha temblado al decirle que Elisa abortó sin pedirle permiso y que ha sido ella la que ha puesto punto y final a su matrimonio.

Una nueva ilusión desmonta la estrategia de Mario Mendoza

Mario no tiene ningún pudor a mentir a las dos mujeres que supuestamente ama, pero… ¿Las ama de verdad? En el capítulo 6 de ‘Vivir sin permiso’, hemos visto a un Mario Mendoza distinto, nostálgico y muy interesado en Lara, la hija fuera del matrimonio de Bandeira. ¿Por qué tanto interés? ¿Qué siente realmente Mario por Lara? ¿Es realmente la mujer que le ha robado el corazón?

Lara y Mario, cara a cara

Tras hablar con su padre y saber que él no tenía nada que ver con el cierre de la conservera, Lara no duda en colarse en el despacho de Mario Mendoza y reprocharse su actitud tan poco humana con los que antes eran sus vecinos de Oeste. Mario intenta explicarle a Lara que él simplemente recibe órdenes, pero es tarde para eso porque a ella su padre le ha dicho que había sido cosa suya.