La codicia podría jugarle una mala pasada a Mario Mendoza. Tras acostarse con Nina Bandeira en varias ocasiones para tratar de ganarse su confianza y llegar al poder que hasta ahora ostenta Nemo, Mario descubre que va a ser padre.
Su futura paternidad podría dar al traste con todos sus planes de futuro, lo que le hace tomar una decisión que implica engañar a su mujer y hacer que pierda al niño que esperan.
Sin ningún tipo de escrúpulos y aún sabiendo que su decisión afectará a su propia mujer, Mendoza 'compra' al ginecólogo que le lleva el embarazo para que la mienta con un supuesta enfermedad que supuestamente podría hacerle perder la vida. Al verla salir del quirófano y tras acabar con su última posibilidad de ser madre, Mario rompe a llorar junto a su camilla.