Tras descubrir a qué se dedica realmente su padre y de dónde sale el dinero que posee su familia, Carlos decide ir a hablar con su padre. Aunque Nemo intenta desmentir sus acusaciones, las pruebas de su hijo son tan fuertes que no le queda más remedio que contarle toda la verdad. Bandeira asegura no sentirse orgulloso de lo que ha hecho, pero trata de convencerle de que no es mala persona y de que todo lo ha hecho por el bien de su familia y de todo Oeste.