Rocío Carrasco dijo en ‘Sálvame’ que tenía en su poder algo más importante que los documentos manuscritos por Rocío Jurado. No dio más datos, pero en ‘Viva la vida’ han podido saber que se trata de un testamento previo y diferente al que se leyó oficialmente.
En ese primer testamento se nombraban albaceas a Gloria Mohedano y a su marido José Antonio, pero en el definitivo quedaron relegados de sus funciones, que recayeron en una amiga íntima de la artista, Ana Iglesias. Este cambio es entendido por los colaboradores del programa como una cuestión de “confianza”, según entendió Emma García.
Gloria y José Antonio se habrían enterado en el momento de la lectura del testamento que ya no iban a ser albaceas. Fue en ese momento cuando la familia se enteró de que ninguna de ellos se encargaría de la gestión. Con este movimiento, según ha expuesto el programa, Rocío Jurado habría liberado a Rocío Carrasco (heredera universal) de la supervisión de los bienes por parte de su familia.
“Es una guerra por intereses de dinero económicos de unos y otros. Se están matando por dinero”, ha afirmado Enrique del Pozo.