Trucos para gastar menos en luz

  • Te damos unos prácticos consejos para que los gastos a los que te vas a tener que enfrentar este último trimestre del año no te traigan de cabeza

Aunque la cuesta de enero se lleva la fama, el último trimestre del año se hace muy duro para muchas familias. Y es que, además de seguir pagando los excesos de las vacaciones de verano, tenemos que hacer frente, entre otras cosas, al frío otoñal que hace que la factura de la calefacción se ponga por las nubes. La capacidad de ahorro está condicionada por los ingresos, pero podemos gastar menos arañando un poco de aquí y otro de allá. La clave es organizarse y llevar a cabo un plan de ahorro, analizando cómo podemos reducir los gastos sin pasar penalidades. Te damos unos trucos para lograrlo.

Coloca válvulas termostáticas en tus radiadores

En los meses más fríos, la calefacción supone el 50% de los gastos por lo que requiere que prestes atención a este tema. Si tus puertas y ventanas no están bien aisladas, pon burletes para evitar las pérdidas de calor. Además coloca válvulas termostáticas en los radiadores para regular la temperatura de cada habitación. No olvides que cada grado cuenta, porque eleva el gasto un 7 %. Anota: la temperatura aconsejable es de entre 19 a 21º C durante el día, y, por la noche, es suficiente con 15 o 17º C.

Pon la lavadora y el lavavajillas en la hora valle

Las constantes subidas de la luz nos obligan a controlar este gasto para evitar disgustos. Para ello, utiliza la lavadora, la secadora y el lavavajillas en la hora valle, que es un 95 % más barata que la punta y va desde las 12 de la noche hasta las 8 de la mañana en días laborables, fines de semana y festivos. Si no puedes, decántate por la hora llana (de 8 a 10 h, de 14 a 18 h y de 22 a 24 h), un 69% más barata que la punta (de 10 a 14 h y de 18 a 22 h). Usa programas eco, que consumen menos energía, y no los pongas en marcha hasta que estén bien llenos.

Frigorífico: gasta menos colocando bien los alimentos

Está enchufado las 24 horas del día y por ello, supone el 30 % del consumo eléctrico de los hogares. Pero hay trucos para sacarle la máxima eficiencia. Y es que un frigorífico organizado es fundamental no solo para la conservación de los alimentos, también para gastar menos electricidad. Para ello, hay que tener en cuenta las diferencias de temperatura que hay en la nevera y colocar los alimentos en función de la refrigeración que necesiten. La temperatura media recomendada es de 4º, aunque dependiendo de lo vacío o lleno que esté puede oscilar entre 3 y 5º. En cuanto a la colocación de los alimentos, pon las frutas y verduras en los cajones de abajo donde la temperatura es más baja. Pero para protegerlos de un excesivo frío, si cuentas con dos filas de cajones, sitúalas en el de arriba y pon las carnes y pescados en el de abajo. Coloca los lácteos, embutidos y sobras en los estantes del medio, y huevos, bebidas, salsas y mantequilla, en los de arriba o en la puerta, que son las zonas menos frías. No metas comida caliente ni abras la puerta innecesariamente.

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