Empapado en sudor y mareado. Jesulín de Ubrique se encontraba toreando en Lanzahíta (Ávila) cuando tuvo que pedir a su cuadrilla algo de agua para pasar el sofocón que estaba padeciendo. Pero finalmente tuvo que abandonar la plaza para dirigirse a la enfermería. Estas son las imágenes en exclusiva en las que el torero tiene que salir de la plaza mientras los allí asistentes comenzaron a abuchearle.