Nuestro reportero viaja a Turquía para conocer en primera persona el negocio del injerto capilar. El precio ronda los 3.000 euros, incluso más. Nada más aterrizar nos recibe un guía que nos confirma que suele llevar a 20 personas diarias. Para operar se necesita un certificado médico y realizar cada paso que los médicos exigen. Conocemos a varios pacientes y entramos con ellos en el quirófano, viendo todos los resultados.