El pasado 21 de febrero, 'Viva la vida' emitió un reportaje de la mano de la criminóloga Carmen Bafalgón que analizaba, en su sección de sucesos, la desaparición de dos jóvenes, Manuela y Virginia (13 y 14 años cuando desaparecieron) hace treinta años, y que no se ha resuelto aún. Un día después de la emisión de este programa, una espectadora se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Aguilar del Campoo para denunciar que a ella y a una amiga les había ocurrido algo similar tres décadas atrás. Se aportó una nueva prueba que ha reabierto el caso y ya hay un sospechoso que está siendo investigado.
El 23 de abril de 1992, Manuela y Virginia se fueron a escondidas desde Aguilar del Campoo hasta Reinosa. Allí permanecieron unas horas, desde las seis y cuarto de la tarde hasta las nueve de la noche. Se les había hecho tarde y tuvieron que buscar a alguien que las llevara de vuelta a casa en coche. Hicieron autostop, paró un coche de tres puertas, un Seat 127, iba dirección Aguilar, tal y como afirmó una testigo. Este coche es la clave para reabrir el caso porque nunca más se supo de estas chicas.
Durante la emisión del reportaje, se pidió colaboración ciudadana. Se dijo que el sospechoso debía tener unos 21-24 años, se habló de ese Seat 127, del lugar donde sucedieron los hechos, y todo esto provocó que a una espectadora le diera un vuelco al corazón al recordar lo que a ella y a una amiga les sucedió treinta años atrás, pues similar.
Cuenta que se escaparon de casa para ir a un pueblo cercano. No encontraron un taxi que les llevara a casa, se presentó un individuo que se ofrecía a llevarlas y se subieron al coche. Pero todo cambió cuando se dio cuenta de que el hombre no iba en dirección al pueblo, a ella le resultó sospechoso, agarró el volante, lo dirigió a la cuneta, y ella y su amiga salieron del coche. No denunciaron porque tenían 15 años y se habían escapado de casa. Ahora ha denunciado ante la Guardia Civil porque "me coincidía todo".
Esta llamada ha supuesto la pista más fiable en tres décadas y la persona que conducía ese vehículo ya ha sido identificada y está siendo investigada para saber si es o no el responsable de la desaparición de Manuela y Virginia. El caso es que este crimen ya ha prescrito (el responsable no iría a la cárcel), pero se intentará por todos los medios dar con el paradero o los cuerpos de Virginia y Manuela para que su familia descanse en paz.
Emilio Guerrero, hermano de Virginia, interviene en directo en 'Viva la vida' para contarnos qué siente la familia tras este giro radical en la investigación. Llevan 29 años luchando por encontrar a su hermana y a Manuela y espera que se solucione todo: "Tengo una sensación de esperanza, alegría y miedo. Siempre conservas esperanza y hay que afrontar la situación para digerir ciertas cosas. Tengo miedo, por supuesto".