Tras haber confesado que se sentía muy molesta con el programa por las informaciones de la semana pasada en las que se aseguraba que tenía nuevo amor, Makoke ha terminado accediendo a asistir al plató de ‘Viva la vida’ y su paso por la tarde, aunque breve, ha sido intenso.
Makoke se encontraba hablando sobre las especulaciones de esta semana que aseguraban que Anita Matamoros y ella estaban vetando a Marta López Álamo cuando Kiko Matamoros ha entrado por teléfono. El colaborador, pese a estar ingresado en un hospital madrileño por una pancreatitis aguda, ha descolgado el teléfono y ha entrado en directo para desmentir las palabras de su exmujer.
Kiko, visiblemente enfadado, le ha echado en cara a la madre de su hija no estar contando la verdad:
“Ya me encontraba mejor pero después de oír a esta señora me he puesto amarillo (…) Quiero que quede claro que estoy alucinando con la actitud y el cinismo que está demostrando esta señora ahí. El conflicto con mi hija lo saca ahí ella en las escaleras de las emociones de ‘Viva la vida’ (…) Respecto a si mi hija se ha preocupado por mi estado a mí no me ha llamado pero a Marta sí que la había llamado (…) A mi hija la quiero muchísimo, pero hay cosas que me parecen absolutamente nocivas en su educación (…) Que su madre abale una conducta así públicamente demuestra que lo que le está dando a mi hija es muy mala educación, no puedes ir por la vida humillando a la gente y creyéndote más que nadie cerrando la puerta de los negocios a nadie, lo que me preocupa fundamentalmente es la educación de mi hija”.
Makoke apenas podía quedarse sentada en su asiento, y más al escuchar que Kiko hablaba de la hija que ambos tienen en común en esos términos. La modelo estallaba y le gritaba que era un mentiroso. Toñi Moreno le pedía a la colaboradora calma y Kiko continuaba con su explicación:
“Merece la pena estar así con mi hija Ana porque se trata de un problema de educación, porque tengo que hacerle entender que en la vida no se puede actuar como un tirano”.
Tras escuchar estas palabras, Makoke se levantaba de su asiento incapaz de no discutir y abandonaba el plató. Al terminar la llamada de Kiko, en la que pedía a su hija Anita que actuase con madurez, Makoke volvía a plató y era su turno:
“El distanciamiento entre mi hija y su padre no se llama Marta, se llama Kiko, y tú no eres ejemplo de nada (…) Lo que le ocurre a este es que es tan soberbio que no soporta que Lorena Morlote haya decidido que quiere estar a nuestro lado (…) Kiko es tan soberbio que le da igual llevarse por delante a su hija y a quien sea”.