Después de lo mal que terminaron en la cena de Amador, Miguel Frigenti ha ido a la casa de Fani con una clara estrategia, que ya usó en la cena de Amador: mentir. Para evitar más conflictos y dejar que Fani sea una mujer feliz la noche en la que le toca ser anfitriona, el tertuliano ha decicido hacer "un papelón" (como él mismo ha dicho), poner buena cara, decir que es todo maravilloso y criticar a Fani como más le gusta, a las espaldas.
Cuando ha entrado por la puerta, Frigenti ha dicho que la casa le parecía preciosa, que el vestido que llevaba Fani era súper bonito, que las croquetas estaban buenísimas y que la cena olía a las mil maravillas pero, cuando ha entrado en el cuarto para hablar directamente con la cámara, ha dicho la verdad: "Fani es mala, malísima, está llena de malicia. Es una lagartija". Al colaborador no le ha gustada nada, ni el salón ni el estilo de su contrincante, como era de esperar. Ni siquiera le ha gustado los nombres de los platos de su menú, especialmente el de 'Lluvia de estrellas" porque dice que Fani va de "estrella por a la vida".
Ese plato era, en concreto, una crema de calabación que Fani ha puesto como entrante y que ha acompañado con otros dos platos más: 'De Madrid al cielo', un plato de cordero y 'Nube blanca', unas torrijas de postre con las que le ha hecho la comptencia a las de su mejor amigo, Miguel Frigenti. Finalmente, Fani ha sido la peor valorada del concurso.