Josefa, después de ser desalojada de su casa en Paiporta: "Reventaron las puertas. Solo nos dejaron coger la documentación"

La situación con la riada de Valencia, lejos de mejorar, sigue desesperando a los vecinos de las localidades más afectadas. La fuerza de la tormenta no solo ha destruido infraestructuras y arrasado viviendas, sino que ha dejado a cientos de personas atrapadas entre los escombros. 'Vamos a ver' se ha desplazado a Paiporta, donde los testimonios de los residentes son desgarradores y aún se necesita mucha ayuda. Los habitantes siguen luchando contra el barro y los restos de la catástrofe, mientras la falta de recursos y una gestión ineficaz agravan aún más la crisis. En la Calle Salvador, aún no había entrado maquinaria después de 8 días de la inundación. Las plantas bajas de la zona han quedado totalmente arrasadas, dejando a sus vecinos sin hogares. Josefa y Manuel, tras 7 días atrapados en su bloque, han sido desalojados de manera inesperada, dejando todos sus bienes expuestos.

"No había ninguna grieta y nos dijeron que no se podía derrumbar", ha explicado Manuel, desesperado. "De repente, un día fuimos al ayuntamiento y, al volver, nos dijeron que no podíamos entrar más. Nos reventaron todas las puertas estando ahí, y todas nuestras pertenencia a la vista. Puede entrar quien quiera", ha añadido.

Los vecinos han tenido que hacer guardias para poder vigilarlas durante la noche. "Además de todo, hemos tenido que ser vigilantes también", ha declarado Manuel desesperado. Los policías de la zona nos han comentado que han tenido que arrastrar los escombros hacia las puertas y ventanas del edificio para evitar robos, pero no han dado ninguna explicación de por qué han esperado 7 días para proceder con el desalojo. "Ha sido cuando han tenido tiempo para mirarlo, fue de repente, no nos dejaron ni reaccionar", han señalado el hombre. "Reventaron la puerta sin avisarnos", han añadido.

Josefa, entre lagrimas, ha recordado los momentos de la riada

Por otro lado, Josefa, con la voz entrecortada, ha explicado que lo único que les dejaron coger fue su documentación y un poco de ropa. La mujer, entre lágrimas, ha recordado el momento cumbre de la riada y el miedo que paso aquel día: "Tenía muchísimo miedo, yo pude ver cómo entró el agua". Manuel, quien justo estaba al teléfono con ella, recuerda que lo único que pudo decir antes de que se cortase la comunicación fue "que viene una ola". Después de esto, no pudo volver a contactar con ella hasta el día siguiente.

"He perdido mis coches, he perdido parte de mi vida", ha sostenido el hombre. "Lo que me duele es la actuación del desalojo, como lo han hecho. Antes de que reventaran las puertas, estábamos ahí y nos contestaron con 'déjennos hacer nuestro trabajo", ha concluido, antes de que se cortara la cobertura.