Víctima de una agresión sexual por parte de un hombre de 70 años: "Agradecí que me tocara a mí y no a una menor"

  • Una joven denuncia una agresión sexual en el autobús por un hombre de 70 años.

  • El hombre podría no enfrentase a apenas consecuencias, únicamente a una pena monetaria.

  • El agresor, un hombre de 70 años, ha sido detenido y ya acumula al menos cuatro denuncias

Una joven de Gran Canaria ha denunciado una agresión sexual ocurrida en pleno autobús. Tras compartir su experiencia en redes sociales, recibió una avalancha de comentarios de otras mujeres que afirmaban haber vivido situaciones similares. El agresor, un hombre de 70 años, ha sido detenido y ya acumula al menos cuatro denuncias. En 'Vamos a ver', hemos debatido cómo es posible que este tipo de sucesos sigan ocurriendo en la actualidad. 

El agresor sufrirá consecuencias reprochables

La abogada Verónica Guerrero, invitada del programa, explicó que, tras la entrada en vigor de la 'Ley del solo sí es sí', lo que antes se consideraba abuso ahora se clasifica como agresión. Debido a esto, y al hecho de que el agresor acumula al menos cuatro denuncias previas, es probable que se le imponga una pena de 1 a 4 años de prisión. No obstante, dado que el agresor tiene 70 años, podría oponerse al ingreso en prisión por razones de salud. La consecuencia más probable es que se le imponga una multa. Además, aunque se le podrían prohibir ciertos lugares, "no se le puede vetar el acceso a un autobús, ya que es un servicio público" comenta.

La joven grabó cómo el hombre le tocaba la pierna en el autobús y, a pesar de sus intentos de apartar la mano, él no desistía. Posteriormente, sus redes sociales se llenaron de testimonios de otras mujeres que habían vivido situaciones similares, a quienes queremos dar voz en 'Vamos a ver'.

Melody, otra victima que sufrió la misma agresión

Melody, otra víctima que fue agredida en un autobús por el mismo hombre, se ha conectado al programa para compartir su experiencia: "Estaba en la parada del autobús cuando empezó a hablarme, halagándome. Al subir al autobús, me pidió que pasara primero y luego se sentó a mi lado". Esta situación puso nerviosa a Melody, especialmente porque durante el trayecto él comenzó a hacerle preguntas sobre su edad y su trabajo. "Se fue acercando cada vez más, se pegaba mucho y me cogió la mano. Aproveché que alguien solicitó una parada para bajarme", relató. Lo que más le extrañó fue que el hombre insistiera tanto en preguntarle su edad. "Agradecí que me tocara a mí y no a una menor", expresó.

Es fundamental denunciar este tipo de situaciones para evitar riesgos mayores y animar a otras mujeres a que hagan lo mismo. Como explica Verónica, si las denuncias se presentan conjuntamente y se trata como un delito continuado, las consecuencias para el agresor podrían ser más justas.