Acusado de matar y descuartizar a su pareja, el asesino de Juana Canal, cuyos restos aparecieron 16 años después en una maleta abandonada, por fin se sienta en el banquillo.
La vista oral se celebrará desde el 16 de septiembre hasta el 4 de octubre y un jurado popular, que se seleccionará en la primera jornada, determinará si Pradales, entonces pareja de la víctima es culpable del asesinato de la mujer.
El mismo día que ha comenzado el juicio, 'Vamos a ver' ha podido hablar en directo con Inmaculada Castro Canal, sobrina de Juana, que nos ha contado cómo se encuentra la familia: "Va a ser duro, muy duro", ha comenzado. Sobre la versión del acusado, que ha confesado el crimen, y su defensa, sentencia: "Entiendo que los accidentes pueden existir, pero después no coges un cuerpo y haces lo que haces".
"Ha ocultado su cuerpo durante 20 años. Él ha vivido su vida y los demás no. Si no llega a ser por las personas que encontraron sus huesos y llamaron a la Guardia Civil, esto nunca se habría terminado", ha querido recordar.
La Fiscalía de Madrid y la acusación particular, que ejerce el letrado Juan Manuel Medina, solicitan una condena de 15 años de cárcel por un delito de homicidio. El fiscal aprecia una agravante de parentesco, mientras el abogado de la familia entiende que concurre un agravante de género.
Antes de llegar a juicio, el letrado del acusado intentó sin éxito solicitar la nulidad de las diligencias acordadas con posterioridad al 23 de noviembre de 2020, lo que engloba su detención y su declaración ante la jueza.
En octubre de 2022, Jesús Pradales declaró ante la jueza que la víctima le amenazó con clavarse un cuchillo y culparle en el transcurso de una discusión en la que habría fallecido de forma accidental tras golpearla para evitar una agresión.
El crimen se resolvió tras localizar los huesos de la víctima en una finca en Ávila, lo que llevó a los investigadores a la detención de Jesús en octubre. Los restos aparecieron en mayo de 2019 pero hasta junio de 2022 no se comunicó a la familia este hallazgo.