El asesino confeso de Mateo, el niño de 11 años de Mocejón, ha pasado su primera noche en prisión. Fue trasladado al Centro Penitenciario de Ocaña, imputado de forma provisional como autor de un delito de asesinato.
Juan Francisco, al autor confeso del crimen, fue examinado por el médico, que determinó que tenía algún tipo de enfermedad, se quedó ingresado en la enfermería y se mostró desorientado completamente. Desde prisión aseguran que no sabía quién era ni dónde estaba.
El joven de 20 años no estará en una celda individual y es más que probable que pase los días en una colectiva con internos de confianza. Una cárcel muy antigua, con un patio general con ocho galerías y 250 internos. Además, hay otros dos patios. Uno para enfermería donde pueden pasear los 15 internos que hay allí y también otro para los más conflictivos y aislamiento, por el que pasean unos 80.
El asesino confeso de Mateo estará vigilado día y noche. Además, controlado por los médicos y por los enfermeros. El detenido estará en una zona muy segura, donde no tendrá contacto con los internos más conflictivos. En las próximas semanas, forenses del juzgado acudirán al centro para evaluar al recurso. Normalmente la psiquiatra, que es la persona que perita y determinará el grado o tipo de discapacidad del presunto asesino de Mateo.
El joven de 20 años detenido por el asesinato del niño de Mocejón Mocejón ha sido enviado a prisión provisional comunicada y sin fianza por orden del juzgado de instrucción número 3 de Toledo. El magistrado instructor imputa al joven Juan P. C. un delito de asesinato y le pide a instituciones penitenciarias que lo traslade a un “centro, unidad, o departamento adecuado” a su “situación de discapacidad”.