Una anciana relata el angustioso momento en que un ladrón se metió en su cama: "Lo eché a empujones"

Hay historias que ponen los pelos de punta y una de ellas es la que le tocó vivir hace unos días a Pepi, una anciana de 88 años que tuvo que enfrentarse en plena noche a un ladrón que se coló en su casa y en su cama.

El caco en cuestión entró a las cinco de la madrugada en su domicilio, donde ella vivía con su hijo, y se hizo con un botín que incluía un teléfono móvil de lujo y un reloj que estaba valorado en 1.000 euros.

‘Vamos a ver’ ha podido hablar con la mujer en cuestión, que ha explicado cómo vivió ese escalofriante momento en el que el hombre que entró a robar a su casa intentó tumbarse en la cama para dormir con ella.

“Cuando entró en mi habitación, vi que no era mi hijo. Se agachó y me dijo que mi nieto le había dicho que se viniera a dormir conmigo”, declaraba Pepi en nuestro programa. Ella, todavía adormilada, intentó echarlo como pudo.

“Le dije que yo no tenía nietos, que solo tenía nietas, se tumbó en mi cama, yo me levanté y lo despaché de mi casa a empujones, lo fui tirando hasta la puerta. Hay que decir que él no se revolvió mucho”, apuntaba.

“No me pude fijar en su cara porque estaba un poco nerviosa”, afirma la señora, que solo recuerda que el joven, de 24 años, tenía el pelo rizado. “Una vez que lo eché, volvió a entrar a mi casa mientras yo estaba en el baño”.

Al día siguiente, la familia de Pepi acudió a las fiestas y vio a un joven que portaba el reloj valorado en 1.000 euros. Entre el hijo de la anciana y su entorno lo acorralaron y le pidieron que devolviera lo que había robado.

Ante la negativa de este, llamaron a la Policía, que se personó en las fiestas de Arguedas, en Navarra, para detenerlo. Tal y como hemos podido saber, este veinteañero contaba con una veintena de detenciones por distintos delitos.