Uno de los vehículos que competía el sábado en el XIV Rally Villa Fitero, en Navarra, tomó mal una curva y se salió de la carretera, arrollando a las personas que estaban disfrutando de la competición.
Un aparatoso accidente que dejó dieciocho heridos, entre los que se encontraban varios menores de edad. Uno de ellos continúa ingresado en el hospital, en estado grave y otro presenta numerosas secuelas.
En ‘Vamos a ver’, hemos hablado con Jesús Ángel, padre de uno de los pequeños heridos, que nos ha explicado cómo sucedió todo y en qué estado se encuentra su hijo, que tiene tan solo cuatro años.
“Fue un momento muy caótico (..) Yo me libré, pero mi hijo lo tenía delante. Ver a la gente volar fue un momento muy duro. La gente estaba bien colocada, no estaba en una zona prohibida, estaba detrás de unas vallas que había puesto la organización”, apuntó.
Aclara en todo momento que ellos no se saltaron ninguna norma, que estaba donde tenían que estar y que, además, había varios responsables de la organización, Protección Civil y Policía Foral que estaban velando por su seguridad.
El padre del menor herido asegura que nadie les advirtió de que estaban en un mal lugar: “La gente no estaba mal posicionada y, si lo hubiera estado, nos lo tenían que haber dicho los miembros de la organización. No se tiene que lavar las manos el que haya tenido la culpa”, apuntaba.
En cuanto a su hijo, Jesús Ángel asegura que tiene varias heridas: “Tiene la nariz rota, le tuvieron que dar seis puntos en el párpado (..) El susto que se llevó fue tremendo, estaba en shock”, afirmaba.
El padre afirma que, días después del accidente, llevó al pequeño al lugar de los hechos para ver si era capaz de recordar algo: “Me dijo que quería irse de ahí”, apuntaba el entrevistado en ‘Vamos a ver’.