'Vamos a ver' entrevista en directo a una mujer que está siendo víctima del comportamiento inadmisible de dos vecinos que tienen antecedentes penales a sus espaldas. La mujer no quiere dar la cara, ha recibido amenazas y ahora ha tenido que marcharse de su barrio por miedo a que la situación se agrave todavía más.
La víctima compró un piso hace tan sólo nueve meses y ya no puede más. Sus vecinos de enfrente le están haciendo la vida imposible tanto a ella como a su hijo de ocho años, no da crédito con la situación que está viviendo día tras día y quiere hacer pública el drama que sufren los vecinos. Con la voz distorsionada y el tono bastante emocionado, la víctima cuenta su versión: "Es una pesadilla lo que estamos viviendo, me compré la vivienda hace unos meses en un barrio tranquilo, los vecinos son maravillosos, pero ellos...".
"Empezaron con la música a todo volumen, parecía un festival de mañana, tarde y noche. Yo intenté mediar con ellos por las buenas y de forma amistosa, para no tener que llamar a la policía, pero viendo que a mi pareja le dijeron 'como vuelvas a venir, te rebanamos el pescuezo'...". Sin embargo, el infierno empezó cuando los vecinos conflictivos supieron que habían llamado a la Policía Local: "Ahí empezaron las amenazas de muerte, 'os vamos a matar', 'perra', guarra', 'chivata, te vamos a cortar la lengua como en la cárcel".
"Se ponen desnudos por completo en el balcón, gritando '¡viva la droga!' y consumiendo drogas desnudos en el balcón", describe la situación que ve diariamente desde su ventana. La víctima ha intentado conseguir apoyo de todos los vecinos y no ha conseguido nada: "Me dicen que llevan muchos años aquí en el barrio, que son bastantes peligrosos, tienen delitos que no son precisamente leves y nadie quiere enfrentarse a ellos por miedo a las represalias que puedan tener".
En cuanto a su modo de vida, la víctima explica que son conocidos por dedicarse en el pasado a la "venta de sustancias ilegales", pero ahora solamente se sustenta de lo que "piden en la puerta de un supermercado que está delante de casa". Por último, sobre la actuación policial, están muy limitados: "Me dicen que le han llamado y que le pueden poner sanciones, aunque luego se declararán insolvents y no pagarían. Van a decir que bajen la música, que no hagan escándalo... pero cuando llaman a la puerta, no les abren. Vienen a perder el tiempo, sin una orden de un juez no pueden acceder".