Se trata de un hombre de 68 años, tiene una enfermedad mental pero vive solo tras la muerte de sus padres y no está medicado. Jesús Avelino lleva dos años acosando a sus vecinas, se pasea desnudo y deja la puerta o las ventanas abiertas para que le vean. Las vecinas están aterrorizadas y piden una solución.
"A las féminas de este edificio os deseo que os bajen las braguitas muchos años y especialmente a dos, si os sentís aludidas, buscarme", esta es una de las notas que el vecino deja bajo las puertas o esconde en los portales dirigiéndose a sus vecinas. Textos en los que incluso incluye fotos de mujeres desnudas.
Sucede en un edificio del centro de A Coruña y el resto de propietarios no pueden más. Las vecinas han logrado grabarle dentro de su casa, desnudo y con la puerta abierta a la espera de que alguna de ellas pase por delante. "Ahora te mando a la policía ¡Qué asco, por Dios!", decía una de ellas.
Pero hay más y es que se esconde en los rellanos para encontrarse con las mujeres, asustándolas. De hecho, espera a escuchar un timbre para abrir su puerta sin ningún tipo de ropa cubriéndole.
Otra vecina que subía con sus hijos se lo encontró desnudo en el rellano y le llamó "put***" diciéndole: "Espera que te coja". Por momentos como este, ni las chicas que se encargan de la limpieza pueden ocuparse de ese rellano.
La situación se complica aún más porque le han visto pasear "con un cuchillo" por la calle: "Está enfermo, no sabemos cómo hacer", nos decía una de las vecinas, Mayka, en directo.
Los vecinos han hecho una demanda colectiva pero, por el momento, tan solo se le ha multado con 100 euros.
El equipo de 'Vamos a ver' intentaba hablar con Jesús Avelino, pero se negaba a abrir la puerta: "No quiero hablar con ustedes", decía visiblemente molesto. Eso sí, desde la ventana del niño que vive frente a su casa, lo intentaban de nuevo y Jesús cerraba la ventana dejándose ver completamente desnudo.
Desde el plató de 'Vamos a ver', Joaquín Prat apuntaba: "Ese es otro capítulo del abandono que sufren las personas que tienen claramente un problema de salud mental y la víctima es él, pero también sus vecinos".
En directo, hablábamos con una de las mujeres afectadas y Avelino vigilaba desde su ventana. Mayka nos contaba que su hija de 16 años tiene que avisarles cuando quiere entrar o salir del edificio y otra de las vecinas está medicada por culpa de esta situación: "No puede ni hablar", decía.