Cerca de cumplirse los dos años del doble homicidio realizado por Pablo Antonio Santamaría Herranz, apodado como 'El Chiqui', ocurrido el 1 de julio del 2022 en un piso de Santovenia de Pisuerga, Valladolid, comienza hoy, 31 de mayo, el juicio por los hechos cometidos. 'Vamos a ver' muestra la secuencia completa del primer asesinato.
En las imágenes se ve cómo tras una pelea previa que comenzó entre familias, Dionisio y su hijo acuden a casa del Chiqui. Dionisio sacude la puerta y la golpea con fuerza, le grita para que salga, mientras su hijo le espera más tranquilo en la puerta del ascensor, mira su móvil y entra dentro. Cuando parece que Dionisio se encuentra más calmado, en el último momento se dirige de nuevo hacia la puerta para pegarle hasta tres patadas a la puerta.
'El chiqui abre la puerta, le pega un tiro en el abdomen e intenta encañonar también a su hijo, pero la escopeta se encasquilla, lo que le permite huir por las escaleras del edificio. Después de que 'el Chiqui' le persiga durante unos minutos, vuelve a su casa y se encierra.
A los pocos minutos llegan varios agentes de la Guardia Civil y un equipo de sanitarios que tratan de reanimar sin éxito a Dionisio. El Chiqui permanece atrincherado durante varias horas, al llegar la mañana acabara disparando y acabando con la vida del teniente coronel Pedro Alfonso Casado.
Un disparo realizado “a ciegas” desde dentro de la vivienda a través de la puerta cerrada alcanzó al teniente coronel Pedro Alfonso Casado, jefe de la Unidad Especial de Intervención (UEI) allí desplazada, que fue trasladado inmediatamente al Clínico de Valladolid en una ambulancia que había en el lugar, a instancias de la Guardia Civil, y que sigue muy grave aunque estable.
Las negociaciones continuaron y a las 13:00 horas se logró que P.A.S.H. dejara en libertad al rehén, que dijo que era su yerno, sin ningún daño físico, aunque hizo creer que tenía a otra persona retenida.
Sobre las dos de la tarde del viernes, el presunto homicida acabó entregándose sin oponer resistencia, y durante toda la negociación "manifestó estar muy alterado, algo que él mismo atribuía a la falta de estupefacientes que consumía de forma habitual". En el interior de la vivienda se encontró el arma utilizada para realizar los disparos, el citado fusil Mauser de alto calibre, antiguo, de cerrojo.
Según explicó la Delegación del Gobierno en un comunicado, una llamada a los servicios de emergencias alertó de una reyerta con unas doce personas implicadas y armadas con palos; otro alertante añadió que seis o siete personas estaban pegando a otra, armadas con palos y casos.
Cuando los agentes llegaron fueron informados de que un hombre y una mujer tuvieron que ser atendidos tras la reyerta en un centro sanitario de lesiones leves. El fallecido era uno de los que había acudido al centro de salud para ser atendido tras la reyerta y a quien, cuando se disponía a subir a su vivienda en la tercera planta, el presunto homicida, que vive en la planta baja, le disparó.