‘Vamos a ver’ se desplaza hasta Son Cladera, Mallorca para hablar con Laura Gómez, nieta de Antonia, una anciana hospitalizada tras ser agredida por una vecina que sufre esquizofrenia.
Iñigo Reyes, comienza la entrevista poniendo en contexto a la audiencia sobre los hechos ocurridos: “Esto ocurrió el 25 de abril, una mujer baja de su portal y se dirige a la frutería. Se ve sorprendida por una vecina que, sin mediar palabra, le propina una paliza que le deriva a un ictus que la deja ingresada en un hospital, donde todavía no puede ni hablar ni comer".
"Mi abuela está mal, después de 11 días no habla ni come, tiene el lado derecho paralizado. Esta vecina es conflictiva, desde hace varios años ha sido denunciada por más personas, tiene órdenes de alejamiento y ha agredido a más personas. Segundos antes de agredir a mi abuela, también pegó a otro hombre y le rompió la prótesis. Estaba comprando en la frutería y al salir, se encuentra con esta mujer que le pega en la cara, la tira al suelo, le da patadas por todo el cuerpo y ella se intenta levantar como puede", explica la nieta.
"Mientras mi abuela pide que por favor llamen a la policía y grita diciendo que la han pegado, esta mujer se esconde y vuelve hacia ella para empujarla. Se comienza a marear y a los minutos llega la policía nacional y la ambulancia para recogerla con un diagnostico de ictus. La agresora vuelve a su casa como si nada hubiese pasado", detalla Laura.
"Por lo que nos han comentado tiene esquizofrenia, no se de que grado, porque hay cosas de las que es consciente, ella misma ha ido a denunciar alguna vez a familiares de personas a las que ha agredido. Su madre va con ella cohibida y la trata muy mal. Ella es consciente de lo que hace y le da absolutamente igual…mi abuela está con un ictus y no sé cuándo va a poder andar, hablar o comer, esto es una injusticia que siga libre. ¿Hasta que no mate a alguien no la van a tratar?", declara la nieta.
"Yo quiero justicia, a nadie le gustaría que una chica agrediera a su abuela y ni la reconociera ya. Yo tengo que verla siempre y hay gente que le tiene miedo porque han visto lo que le han hecho a mi abuela. En el hospital me dan un pronóstico de mínimo dos meses ingresada porque no ha tenido mejoría, ahora tiene que aprender a hablar y a andar, está siendo duro", asegura.