El programa ‘Vamos a ver’ entrevista en exclusiva a Laureano Oubiña, que pasó 30 años en prisión por tráfico de drogas. El protagonista explica todos los secretos del narcotráfico y los detalles de sus delitos.
La periodista comienza la entrevista preguntándole sobre la gran última operación contra el narcotráfico, con más de siete toneladas de cocaína oculta entre lomos de atún. Oubiña, con el gesto serio, contesta: “Decían que habían detenido a un empresario, lo suelen hacer así cuando detiene a los chivatos".
"Yo fui la cabeza de todos los turcos. Cuando fue la famosa operación 'Nécora' decían que ya habían erradicado todos los narcos, cada día hay más, no quisiera ser periodista para informar de eso. Estos no son gallegos por lo que se ve, ¿usted cree que cogieron eso así como así?, es señalado a dedo", explica Oubiña. Además, sobre si esto fue producido tras un chivatazo, aclara: “Hombre, claro que ha sido por un chivatazo, eso lo tengo clarísimo”.
Por otro lado, Oubiña comenta que “yo no compraba el hachís, solamente hacía el transporte por mar y por tierra, yo no tenía conocimiento de que existiera el tráfico de otras drogas por mar, no sabía nada, si supiera algo sobre otras personas no te lo diría”.
Sobre los más buscados de aquella época cómo Vicente Otero, que se entregó un mes después de salir a la luz la operación ‘Nécora’: “Vicente era una rata, intente matarlo por chivato. En el juicio le condenaron a él cómo que me disparó a mí, el casquillo estaba dado la vuelta, alguien se la dio y fue por lo que me salvé".
En el caso de Marcial Dorado, fue condenado por tráfico de drogas y blanqueo de capitales, actualmente cumple condena con un régimen de semi-libertad: “La sentencia y la condena de Marcial Dorado es un invento totalmente del juez. Sería contrabandista de tabaco posiblemente sí, pero del otro tema no hay, fueron a por él y nada más, por el patrimonio que tenía”. “Sitio Miñenco es una gran persona, me da mucha pena, está pagando una cosa que no le pertenece”, sentencia Oubiña.
Sobre si se arrepiente del tráfico de drogas, Oubiña detalla: “Cuando entras tanta gente en la cárcel, las familias y amigos duran lo mismo que la cuenta corriente, tengo una pensión de 400 algo, cómo no me busque la vida vendiendo libros… no me arrepiento, no tengo de nada de lo que arrepentirme, volvería a traficar, posiblemente lo haría mejor”,
Por último, comenta el narco-submarino que le ofrecieron: "En el año 99 era de tripulantes rusos, yo dije que no me hacía falta ese transporte, trabajaba igual que ahora, antes había menos confidentes. Yo vine solo a este mundo y me llevo a la tumba ciertas cosas que no se pueden contar".