Este pasado jueves se celebraba en los juzgados de Roquetas de mar, Almería, el juicio por el atropello mortal de la pequeña Leire. En el banquillo de los acusados se sentaba el legionario que arrolló a la niña de cinco años cuando esta cruzaba un paso de peatones en compañía de su madre.
El acusado reconocía ante el juez los hechos y pedía perdón a la familia, un perdón que no ha bastado a los padres de Leire: "Si la justicia estuviera bien hecha, esta persona se estaría comiendo quince años de prisión por un delito de domicilio doloso".
David es el padre de la pequeña atropellada y ha hablado en directo con 'Vamos a ver' tras conocerse la noticia de su acuerdo con el acusado por el que este acepta una pena de tres años, seis meses de pérdida del carnet de conducir y el pago de la responsabilidad civil:
"Hemos aceptado un trato que no nos termina de llenar del todo porque corríamos el riesgo de que esta persona no pisara la cárcel por no tener antecedentes si le condenaban a dos años o menos (...) Esto lo que me provoca es la sensación de que hemos perdido la batalla porque tres años por la vida de una niña no son nada".
David ha relatado con una tristeza estremecedora la sensación que tuvo al encontrarse en persona con la persona que acabó con la vida de su hija:
"Tenerle ahí delante fue muy difícil, tienes delante a la persona que te ha destruido la vida, que te ha arrancado lo que más querías en esta vida, es una sensación muy complicada, rabia, ira y dolor".
Y es que aunque el acusado pedía perdón a la familia en sede judicial, lo cierto es que este legionario no ha intentado en ningún momento ponerse en contacto con la familia de la pequeña para mostrarles su arrepentimiento:
"Él no siente lo que ha hecho, lo que ocurre es que tenía miedo de perder su puesto en el ejército y no poder trabajar más como militar, no me vale que el día del juicio pida perdón mirando a la jueza, sin mirarnos ni a mi mujer ni a mí a la cara, eran lágrimas de cocodrilo".
David, junto con otras 11 familias que también han sido víctimas de atropellos imprudentes, ha presentado en el Congreso de los Diputados un total de 750.000 firmas para que se endurezcan las penas a las personas que cometen atropellos bajo los efectos del alcohol y las drogas:
"Un año después el Gobierno ni tan siquiera nos ha contestado, a los quince días de enviar las firmas nos mandaron un papel diciendo que las habían recibido, esto fue en septiembre del año pasado, eso es todo". Joaquín Prat reaccionaba a sus palabras: "Se les tenía que caer a todos la cara de vergüenza, pero para eso hay que tenerla".