"Se puede producir un vuelco hacia algo que no tiene ni programa, ni cara conocida. Al lado de los programas tiene que haber caras, yo creo más en las personas que en las siglas. No hay programa malo, son las personas lo que lo hacen malo. Pero está claro que está justificadísimo lo que va a pasar ahora, el palo que se van a llevar los dos grandes partidos", asegura Revilla.