Con el uniforme reglamentario, luciendo el casco, pero sin soltar el micrófono, Toñi Moreno al más puro estilo Samanta Villar se adentraba en el día a día del ejército en Afganistán. La periodista demostraba con creces su valentía en tierra hostil, el gracejo andaluz tras la asfixia de un burka y que a la hora de hablar no había peligros ni soldados que la detuviesen.
Su reto era para el programa de reportajes de Cuatro '1 Equipo'. Allí la ahora presentadora de 'Viva la vida' y antes reportera de calle no dudaba en probar sin saber lo que era un té que le ofrecían (bastante temeraria por su parte) o sin quererlo se convertía en el centro de todas las miradas de los hombres, por el simple hecho de ser mujer.
Esta experiencia le enganchó y siguiendo esa misma línea se apuntó a nuevos retos: vivió y se emocionó con un parto en directo, ¡ella misma lo grababa! o siguió de cerca una investigación sobre la cocaína entre Bolivia y Argentina también para aquel programa de periodismo de investigación.
Cercana y humilde se creció ante estas batallas y ahora ese 'pasado reportero' le ayuda a sobrellevar los enfrentamientos que en un momento dado se arman en el plató cada fin de semana.