A finales de la década de los 90 se puso el foco de atención en el apasionante mundo que se vivía en la redacción de un periódico gracias a la serie de 'Periodistas'. Las noticias y reportajes cobraron un sentido especial para la audiencia porque por primera vez, esta, podía ver en sus pantallas cómo funcionaba desde dentro una redacción así como todos los entresijos y relaciones de los protagonistas.
Periodistas, jefes, fotógrafos desfilaron por el diario local 'Crónica Universal' hasta que aquel 8 de julio de 2002 se pararon para siempre sus rotativas. Un drama que vivieron dos de sus grandes cabezas de serie cuando metían en cajas los últimos enseres. Clara y Ana que compartieron muchas tramas juntas en los 100 episodios que duró la serie hacían su equipaje de aquella redacción y no podían contener las lágrimas.
¿Dónde irían ahora? ¿Quién las contrataría con su edad y cargas familiares? ¿Cómo pagarían el alquiler? eran algunas las preguntas existenciales que se hacían ante aquel futuro incierto entre cajas y papeles. Sin embargo, el desenlace no nos iba a dejar mal sabor de boca y las dos periodistas supieron ver el lado bueno de las cosas. Ambas dieron a ese momento una connotación mucho más cómica.
Clara y Ana pasaron del llanto a la risa al encontrar una improvisada solución a sus males. Recordaron que les habían ofrecido un topless por 36.000 euros y vieron en aquel posado la mejor opción para pasar página de la vida en el periódico. Total, "con Photoshop siempre se podían retocar las cartucheras" y sino les quedaría "la cirugía estética". Después del 'Crónica Universal' podrían no solo lucir palmito, sino también recordar una experiencia profesional de lo más impagable.