Màxim Huerta sentó cátedra en 'Operación Triunfo' (2011). Paseó su espontaneidad por las aulas ante la atenta mirada de Nina, la directora de la academia, y la de aquellos chicos deseosos de saber más del mundo de la tele. Su experiencia les dejó unas lecciones para no olvidar y hasta la mismísima Pilar Rubio se declaró "muy fans".
Con una bufanda enroscada al cuello, que le daba un aire de escritor bohemio, Màxim habló claro y con toda naturalidad. Su intención era que aquellas jóvenes promesas de la canción perdieran el miedo a los platós y también supiesen encarar con gracia las preguntas más salseras.
"¿Quién te pone cachonda en la academia?", "¿Crees que hay favoritismos a la hora del reparto de temas?", fueron algunos de los ejemplos con los que Màxim ilustró lo que los chicos luego verían fuera. El ahora ministro de Cultura y Deportes quería que además de cantar supieran estar preparados para la escuela del espectáculo y de la vida misma.
Su intención era que los chicos se convirtieran en objeto de deseo por parte del público y no unos meros intérpretes de lo más mecánico. El carisma y espontaneidad eran fundamentales y a través de sus lecciones ejemplares (que debería plantearse patentar) ha llegado ahora a ganarse la confianza del propio Pedro Sánchez. ¡Él SÍ que sabía cómo llevarles al huerto!