Era tan esperado como si se tratase de un debate electoral. Dos damas de la comunicaci贸n reunidas en un mismo plat贸. Sentadas frente a frente. Un torrente de personalidad, ganas de aclarar las cosas y sobre todo muchas ganas de hablar. Todo ello nos hac铆a imaginar que estar铆amos ante un momento hist贸rico y las dos reinas televisivas de la ma帽ana no defraudaron.
Todo comenzaba con la presentaci贸n de Ana Rosa a su invitada de lujo. Cada una en su sill贸n, frente a frente y con una sonrisa cordial. Cada una con su verdad y sus cargas. Con mucha necesidad de dejar atr谩s las especulaciones y de dar la confesi贸n que tal vez nadie esperaba.
Recordaron viejos tiempos, algunos momentos un poco atragantados que no dudaron en resolver y la revelaci贸n de que lejos de la rivalidad ambas presentadoras S脥 se llevaban bien.
Es una realidad que hicieron historia y dejaron para siempre una estampa que la audiencia estaba deseando ver. Y es l贸gico, porque no todos los d铆as se puede uno encontrar con dos reinados unidos que juntos susciten tanto inter茅s.