Las declaraciones íntimas de Dani Dj sobre María Jesús Ruiz en una conocida revista para adolescentes hicieron que Juani se sentara por primera vez en un plató de Telecinco en junio de 2005. El deejay había hablado de todos sus encuentros sexuales con la miss, y la madre coraje no dudó en sentarse en el programa ‘Salsa Rosa’ para mandarle algún que otro dardo: “Este chico deja mucho que desear”.
Fue una noche de lo más dura para la madre de María Jesús Ruiz. Entre otras muchas cosas, Juani tuvo que pronunciarse sobre el ‘edredoning’ que su hija había hecho con Dani Dj en un reality de otra cadena. Aunque intentó defenderlo como pudo, no pudo evitar admitir que sentía que su hija había sido "egoísta" y que la acción había perjudicado a su carrera como modelo.
En 2006, Juani protagonizó un ‘cara a cara’ histórico con Dani Dj en el programa ‘Sábado Dolce Vita’. El novio de su hija quería verse con ella para solucionar sus conflictos y así darse una segunda oportunidad para estar más unidos y “ser una familia”.
Era la segunda vez en su vida que se veían y, a pesar de que el deejay iba en son de paz, el “currículum” amoroso que cargaba a sus espaldas hacía que Juani se mostrara algo desconfiada con él. “Mírame a los ojos, cuida de María Jesús”, advirtió la madre coraje. “Si no la quieres, la dejas”, añadió. Un encuentro de lo más tenso, que terminó con un acercamiento entre ellos.
La madre de María Jesús Ruiz regresó a Telecinco en 2007 para hablar sobre el libro que había escrito su hija, en el que hablaba de la cara más dura del certamen de ‘Miss España 2004’. Juani explicó que la organización del concurso no dejaba que las modelos llamaran por teléfono a sus familias porque “las madres interrumpen las carreras de sus hijas”. Pero, ante tal imposición, Juani aseguró que se saltaron las normas y que ambas tenían contacto a escondidas: "Los cimientos de mi familia los romperá Dios".
Durante su etapa más televisiva, Juani Garzón demostró que era una madre coraje, capaz de sacar las uñas por su hija cuando la situación lo requería. Siempre tenía palabras buenas para ella y aseguró que “si todo el mundo fuera como ella, de transparente y de visceral” todo iría mejor.
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