Después de su guerra con Yurena por la autoría del ‘No Cambié’ y de empotrarse con la Cibeles, Loly Álvarez protagonizó un nuevo drama en el plató de 'Sálvame' en el año 2009. Llevaba ocho años casada con Ronny, pero él no la apoyaba en su sueño de adoptar a un bebé y ella prefirió darse un tiempo.
La ahora concursante de 'Supervivientes' explicó que había tenido cuatro abortos y que su objetivo era formar una familia junto a su chico. Había sacrificado vacaciones y no paraba de trabajar para reunir el dinero suficiente para adoptar, pero no contaba con lo más importante: el apoyo de su pareja. “Dice que no estoy preparada para ser madre” y “no quiere un hijo adoptado, lo quiere de sangre”, explicó ella.
Fue una tarde de lo más tensa la que se vivió en 'Sálvame', en la que tampoco faltó la llamada de Ronny, que no dudó en levantar el teléfono para contar su versión. Estaba muy emocionado y dolido con Loly. Pero su voz temblorosa no apaciguó ni un poco la rabia que sentía la cantante, que se enzarzó con los reproches más duros.
Todo era de lo más real. Había lágrimas y, aparentemente, también sufrimiento. Pero un mensaje que recibió Kiko Hernández en su móvil cambió el rumbo de la tarde. Un testigo aseguraba haber visto a la pareja acaramelada en una discoteca y afirmaba que todo era un montaje que habían urdido para volver a la televisión.
Si quieres ver las imágenes de cómo se vivió uno de los mayores dramas en la vida de Loly Álvarez, no dudes en darle al play al vídeo que encabeza esta noticia y saca tus conclusiones. ¿Fue un montaje o era todo realidad?
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