Un decorado de regalos y casitas y en medio vestida de cuero negro (tenía muy buen ojo para elegir la ocasión perfecta) nos sorprendía en el escenario Leticia Sabater con su coro de niños detrás. Ella siempre arriesgando, aunque fuese la noche en la que esperábamos a los Reyes Magos. Sin ser nada excesiva comenzaba su coreografía por los suelos y así nacía el 'Leti-rap'.
Una super marcha con 'movimiento arriba, movimiento circular' que ella hacía con total maestría, aunque no pudiese ni respirar. Para completar la dulce imagen hacía que los más pequeños la siguieran en el baile, mientras coreaban el 'okey makey' o la frase de turno que a ella le daba por improvisar.
Todavía no sabíamos que estábamos ante un bombazo, pero la Leti lo petó con su rap y a partir de ahí su carrera musical solo podía aspirar a más.
Sus tronquis estaban enganchados. Tenía un principio de hit de verano sin casi despeinarse o mejor dicho ¿'despelucarse'?
Y después de eso poco nos podían extrañar sus peculiares bañadores con los que luego nos sorprendería, el resto de sencillas coreografías que a esta le seguirían o su faceta para seducir a los hondureños. Con Leticia Sabater todo era posible. A ella no le podremos decir nunca que no se haya atrevido con todo.