Hay niños de la década de los noventa que todavía no han superado los desayunos que les dio Leticia Sabater. La mujer de las coletas de medio lado que obligaba desde primera hora a tener mucha marcha, aunque los 'tronquis' tuviesen todavía legañas pegadas y, cuya (poca) ropa podía soportar una cantidad nunca vista de accesorios, también dedicó su tiempo a leer el horóscopo a los pequeños de la casa.
No contenta con inventar un himno para la infancia con el 'Leti-rap' o hacer tablas imposibles de gimnasia con ropa ceñida más imposible aún, también se metió de lleno en el mundo de la astrología. La presentadora dentro de 'Desayuna con alegría' inventó en 1991 una especie de consultorio de asuntos de patio para dar los pronósticos más surrealistas de todos los signos zodiacales.
'El Horoscopillo' era una joya televisiva de Telecinco en la que con mucho ojo Leticia se ganaba a la peña a base de unos consejos muy filosóficos dignos de competir con los mismísimos Platón o Confucio. Analicemos algunas de sus mejores perlas como astróloga:
Y esta impagable lección la daba la mujer que era todo un modelo de discreción. A la vista estaba su vestimenta: una oda a la comida rápida con pendientes de refrescos y broches en el jersey de hamburguesas. Y si eso no era recargado también tenía otros outfits de lo más extremos con los 'ositos' y 'conejitos' colganderos que no llegaban a suicidarse de la tira de su biquini o las gomas arcoiris para sus coletas. Todo un ejemplo de lo que era mesura y moderación.
La ciencia estaba más que presente en los vaticinios de Leticia. A ella no le hacía falta ni bola, ni cartas. Si había tenido contacto previo con la persona del signo afortunado, ya podía hacer una radiografía perfecta.
Sus consejos trascendentales también tenían un guiño para las madres. No había nada que preocupase más a un niño en el 'recre' que su peinado y por eso Leticia plantaba su particular guerra a los despeinados o la moda de rodilleras y coderas. Con esto aprendido los niños podían irse al cole mucho más tranquilos.
El cuento de toda la vida contado con metáforas por Leticia. ¡Puro arte! La 'colegui' se ponía poética para a primera hora truncar los sueños de los niños que esperaban una conquista amorosa mientras ella les auguraba unos seguros cuernos. Después de 'El Horoscopillo', los pobres pajarillos cogían sus mochilas resignados y se iban para 'el cole' de lo más traumatizados. Lo había dicho el oráculo Leti y después de eso ya estaba todo hablado.