Kiko Hernández se la jugó hace 10 años por unas rosquillas: "He podido perder un ojo"
El colaborador contó todos los detalles de su accidente doméstico en 'Sálvame'
Kiko Hernández se llevó un susto tremendo hace justo diez años. El colaborador acudió ‘Sálvame’ después de haber sufrido un accidente doméstico que le había dejado la cara llena de quemaduras. Aun así, él decidió ponerle buena cara al mal tiempo y relatar, con su gracia habitual, cómo había ocurrido todo.
Hace diez años era muy típico que el público de ‘Sálvame’ llevara productos para que los colaboradores los degustaran a la hora de la merienda o se los llevaran a sus casas. Fue en noviembre de 2009, cuando unas señoras de Galicia le dieron a Kiko Hernández unas deliciosas rosquillas para que él las disfrutara el fin de semana.
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Y así fue. Movido por la gula, el colaborador se decidió a preparar aquel delicioso postre para saciar su hambre una tarde de domingo en su casa, con la mala suerte de que no leyó antes las instrucciones de cocinado y se llevó un gran “susto”. “En vez de mirar que iban al horno, cogí una cacerola, la llené de aceite y tiré las rosquillas”, relató, aclarando que estaban congeladas.
Todos estaban muy pendientes del testimonio del colaborador de ‘Sálvame’ aquella tarde, que explicó que el verdadero drama empezó cuando las rosquillas empezaron “a crecer” y a “saltar”. “Había aceite hasta en el techo”, aseguró. No era ninguna broma, le había saltado una rosquilla embadurnada de aceite caliente a la cara y, tal y como él mismo dijo, de no haberse protegido, habría “podido perder un ojo”.