Los conflictos vecinales siempre estuvieron a la orden del día en la vida de José Luis Gil. El archiconocido Enrique Pastor de LQSA empezó su carrera como mediador de líos de rellano en Telecinco hace 20 años. Por aquel entonces era el cabeza de familia de la saga Fernández ('Fernández y Familia') y ya hacía gala del "talante, talante" para hacer frente a todos y cada uno de los embolados en los que siempre le metían.
Tan pronto su amigo íntimo Curro se acoplaba a su sofá porque había discutido con su madre como le tocaba lidiar con las ideas de su cuñado Ismael que eran tan descabelladas como los planes "geniales" de Antonio Recio. Por si fuera poco todo aquello, le tocaba compaginar el trabajo en un restaurante con su pasión de árbitro de fútbol y aguantar a una esposa que se creía marquesa, a tres hijos y a la abuela en aquel hogar de locos.
Y en ese contexto tan poco protocolario entraron un día por su puerta el mismísimo Rey Felipe VI que iba acompañado de su cuñado Iñaki Urdangarín al olor de las torrijas y para conocer a aquel perfecto anfitrión que había dado refugio al bueno de Curro. La realeza que llegó al hogar de Los Fernández para conocer al mejor chef con la especialidad en el postre típico de Semana Santa fue agasajada por un sorprendido José Luis Gil, que una vez más en su carrera demostró tener un don para la oratoria y los buenos modos.
Con esto demostró hace 20 años que su casa era el lugar perfecto para las acampadas vecinales y que ante un imprevisto, él tiraba siempre de diplomacia. Su periplo de caóticas comunidades no había hecho más que empezar. Aquí había tema, pero vamos...