{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
La actualidad se vio sacudida en el mes de mayo de 2003 por un suceso de lo más escalofriante que tuvo lugar en el madrileño barrio de Leganés, donde apareció el cuerpo sin vida de Sandra Palo Bermúdez.
Un caso que estremeció por completo a toda la sociedad española por su dureza y que, sin duda, marcó la crónica negra de nuestro país por su crueldad. De este terrible asesinato han pasado ya 23 años, pero es un episodio que continúa vivo en la memoria de todos.
La mañana del sábado 17 de mayo de 2003, todos nos despertamos con la noticia de que el cuerpo de una joven había aparecido quemado en un conocido barrio de la capital española y fue en Telecinco donde escuchamos por primera vez el nombre de la víctima.
En mayo de 2003, España estaba en plenas campañas por las Elecciones Autonómicas y en los medios de comunicación no se hablaba de otra cosa. Sin embargo, esa actualidad política tuvo que abrir paso, a la fuerza, a un suceso de lo más macabro.
Se había encontrado el cuerpo de una joven semicalcinado en un polígono de la madrileña localidad de Leganés y, hasta ese momento, nadie sabía la identidad de la joven. Fue en el programa ‘Día a Día’ donde escuchamos por primera vez su nombre.
“Ha sido identificado el cadáver que se encontró semicalcinado en Leganés”, anunció María Teresa Campos el martes 20 de mayo de 2003 en su matinal. “Se trata de Sandra Palo Bermúdez”, apuntó Yolanda Flores.
“La joven tenía 22 años y, según sus vecinos de Las Margaritas, en Getafe, era una chica de carácter afable y abierto. Era una chica alta, delgada y bien parecida”, apuntó la periodista en el programa de las mañanas de Telecinco.
En ‘Día a Día’, pudimos conocer todos los detalles de ese episodio que había sacudido la actualidad: “La joven había acudido a una cena el viernes, sus padres denunciaron su desaparición por la mañana, al no haber acudido a dormir. Horas mas tarde, recibían la macabra noticia”, aseguró Yolanda Flores.
Las primeras informaciones apuntaban a que la joven había sido “raptada en Plaza Elíptica”: “Parece que fue agredida sexualmente antes de que acabaran con su vida y, posteriormente, fue rociada con un líquido inflamable para, después, quemarla”.
Aquella fue la primera vez que escuchamos el nombre de un caso que todo el mundo conoce y que, años después, nadie ha podido borrar de su memoria.