Podía ser una tarde como otra del concurso que ha dado los mayores botes televisivos. Sin embargo, los espectadores se hacían testigos del principio de una gran historia de amor. Almudena Cid acudía de invitada al programa y a Christian se le iluminaban los ojos ante este descubrimiento. Sin perder ni un minuto de tiempo el presentador se lanzaba a la gimnasta y empezaba con ella un intenso coqueteo.
Almudena se dejaba llevar por los piropos del experto en Leonardo Da Vinci. Tan pronto él le decía con la excusa de que le contase su expresión favorita en vasco que "era muy bonita", como iba aún más lejos y le señalaba que por fechas y horóscopo igual eran dos almas gemelas predestinadas, ¡El presentador iba ya lanzado!
Y ante todas esas armas de seducción, cayó rendida la gimnasta, que no dudó en devolverle los piropos y decir, entre risas y algo sonrojada, que "él era también muy guapo". Parecía una cita entre dos adolescentes y lo que en realidad era cierto cierto es que de ese programa tan empalagoso surgió una de las mejores historias de amor que se recuerdan en televisión.
Desde ese mismo día se hicieron inseparables y ahora es habitual ver sus continuas muestras de cariño y apoyo en los platós para comprobar que aquel, sí que fue el 'roscazo' de su vida con aquella historia de amor.