La idea de un futuro incierto sin terrorismo no entraba en nuestras cabezas. Nos habíamos acostumbrado demasiado al horror tras 43 años de violencia por parte de ETA. Por eso cuando asistimos a la conexión de urgencia del telediario aquel 20 de octubre de 2011 a las 19.00 horas nos imaginábamos que estaríamos ante otro episodio que empañaría nuevamente nuestra historia. Sin embargo, la sorpresa fue mayúscula para todos cuando conocimos el contenido del mensaje:
"ETA anuncia el cese definitivo de su actividad armada. Un cese definitivo del terrorismo", declaraba triunfal Pedro Piqueras mientras daba paso al fragmento clave de aquella declaración de la banda.
Sin condiciones e incluso haciendo un llamamiento a los gobiernos de España y Francia para iniciar un proceso de diálogo pudimos comprobar cómo el objetivo era superar la triste situación a la que había llevado la confrontación armada. La noticia que todo periodista siempre habría querido dar desde hacía mucho tiempo.
Demasiados años y víctimas en el camino nos dejaron una sensación agridulce, aunque aquella noticia exprés del informativo de Telecinco invitase únicamente a la celebración. El compromiso era "rotundo, claro, firme y definitivo" por parte de ETA y sobre todo esta última palabra del discurso quedaba marcada a fuego en nuestras cabezas.
Consciente de la importancia trascendental de aquel anuncio, el presidente del Gobierno compareció también de urgencia. José Luis Rodríguez Zapatero vivía en primera persona el día en el que había triunfado la democracia y la libertad en España, aunque tenía unas palabras en su discurso para el recuerdo de todas aquellas víctimas que habían caído ante una violencia "que nunca debió producirse y que desde luego no tendría que volver jamás" desde aquel día clave en nuestra historia.