Caso Asunta: Los nueve giros que vivimos en los primeros días del crimen de Teo
Un plan cargado de maldad saltó a los medios un 21 de septiembre de 2013. Asunta Basterra Porto aparecía muerta junto al camino de Teo, un pueblo situado a 15 kilómetros de Santiago. La imagen de la niña de origen chino, adoptada por una pareja hasta ese momento modélica y respetable, inundó pronto los telediarios. Aquello era solo el comienzo de un caso que dio muchas vueltas en pocos días para ocupar infinidad de telediarios. Y es que cada dato nuevo que se descubría daba un giro inesperado a los acontecimientos mientras el público asistía sobrecogido a una confabulación atroz que quedaba al descubierto.
1. Las primeras horas sin Asunta
Como si se tratase de una novela negra llena de misterios todavía por resolver, el principio de la historia de Asunta lo conocimos el 21 de septiembre de 2013 cuando la niña de 12 años no regresó nunca más a su casa. La madre, Rosario Porto, que pronto se convertiría en foco de las pesquisas policiales, denunció por la noche su desaparición y ahí comenzó su delirante cadena de mentiras que llevaría el relato hacia agujeros insondables.
2. El hallazgo del cuerpo
Un día después de su desaparición, el 22 de septiembre aparecía el cuerpo de la niña en un municipio próximo a Santiago de Compostela. En los informativos de Telecinco el primero en hacerse eco del trágico destino de Asunta Basterra fue José Ribagorda. El presentador dio la triste noticia y apuntó a que las primeras investigaciones descartaban el móvil sexual. A partir de ahí los acontecimientos se sucederían ya vertiginosamente.
3. La primera detención: la de Rosario Porto
Los sucesivos cambios de versión de las primeras horas y la aptitud incoherente de la madre de Asunta la colocaron rápidamente en el disparadero de todas las investigaciones. Tanto fue así que en el mismo velatorio de Asunta el 24 de septiembre se procedió a su detención y de esta manera Rosario Porto pasó a encabezar la lista de sospechosos oficialmente.
4. Un día después llegó el turno de Alfonso Basterra
Casi sin haber podido todavía digerir la posible implicación de Rosario Porto en el crimen de su propia hija, los informativos de Telecinco abrieron al día siguiente (25 de septiembre de 2013) con la noticia de la detención de Alfonso Basterra. El padre de Asunta al igual que la madre era imputado por un delito de homicidio tras acabar el registro de siete horas de la casa familiar de Teo y encontrar al parecer varias pistas. Así nacía la gran incógnita del caso que a día de hoy todavía sigue sin respuesta: ¿qué les había podido mover a aquellos padres para presuntamente en aquel momento matar a su hija?
5. El descubrimiento de la herencia
Pronto saltaron numerosas hipótesis a la palestra. Los primeros móviles que se barajaron fueron los celos de una madre por lo brillante y talentosa que era la pequeña y aunque sonase muy retorcida aquella ocurrencia cobraba fuerza en el caso de Rosario Porto por el miedo de esta a que la niña la pudiese hacer sombra en algún momento. También se habló de una herencia de los abuelos maternos en la que Asunta ocupaba el primer lugar y hasta irrumpió en la escena el nuevo novio de la madre que ofrecería la tercera conjetura para explicar un crimen que era imposible de entender: Asunta había podía llegar a ser un lastre para sus propios padres.
6. La revelación del Orfidal
Los primeros datos que se manejaron en la investigación indicaban que Asunta presentaba varios golpes en la cabeza y estaba maniatada con una cuerda. Un indicio que pasaría después a ser determinante porque las famosas tres cuerdas de color naranja que aparecieron junto al cuerpo de la niña y que fueron responsables de las marcas en un brazo y las dos piernas coincidían con otro ejemplar que se halló en el chalet familiar y que Rosario Porto arrojó en una papelera. Erró en la misión de intentar ocultar la fatídica prueba.
La autopsia de Asunta concluyó que la niña había muerto por asfixia, pero la verdadera revelación la tendríamos el 26 de septiembre con los análisis toxicológicos. El día de su desaparición Asunta había ingerido al menos 27 comprimidos de Orfidal. Un fármaco con efecto sedante que logró anular toda voluntad de la pequeña para hacer más fácil a los presuntos asesinos aquel desenlace fatal.
7. La entrevista exclusiva en Telecinco del abuelo de Asunta
En una amplia entrevista para 'Abre los ojos' el abuelo de Asunta Basterra habló el 28 de septiembre en exclusiva para Telecinco y este vertía sus sospechas. El padre de Alfonso afirmaba que veía “imposible” dudar de su hijo y apuntaba las culpas hacia su nuera. “Sospecho que ha sido ella y que mi hijo ha intentado solo encubrirla”. Conmovido por la terrible pérdida, a Ramón Basterra se le quebró la voz al hablar de su nieta, aunque contestó a todas las preguntas en más de una hora de entrevista.
8. El material erótico que escondía el ordenador de Alfonso Basterra
Otra bomba de relojería que estalló en las primeras semanas y que puso peor todo lo que hasta el momento se nos había contado llegó con lo que se encontró en el ordenador de Alfonso Basterra. El padre de Asunta almacenaba en su portátil material erótico de mujeres asiáticas según fuentes de la investigación. Un hallazgo que databa del 4 de octubre y que incluía varias fotos “difíciles de explicar”, que comprometían indudablemente más al padre de la pequeña.
9. Restos en la camiseta de Asunta
Y si el caso estaba ya lleno de contradicciones y de pruebas inconexas apareció un nuevo indicio que amenazaba con tambalear todo el trabajo hasta la fecha realizado. La camiseta que llevaba puesta Asunta cuando fue encontrada tenía restos biológicos que incriminaban a un tercer sospechoso, aunque por la prueba del ADN el posible sujeto que coincidía con este, resultaba que estaba en Madrid y no en Teo la noche del crimen. Otro interrogante más a añadir a partir de aquel 9 de octubre.