La final de la Eurocopa se tuvo que decidir en los lanzamientos de penaltis. La tensión fue máxima durante toda al final, aun así, fue mayor en la tanda de penas máximas. Italia se enfrentaba a Inglaterra en Wembley, un momento histórico para el fútbol ambos conjuntos estaban tan igualados que jugaron la octava prórroga del torneo y fue el cuarto encuentro que se decidía desde los once metros. Donnarumma y Pickford pararon dos lanzamientos cada uno demostrando lo buenos porteros que son pero al final la copa se la llevo a Italia por acertar más lanzamientos.
Wembley incrementó su leyenda y demostró porque la épica aparece cuando el balón empieza a rodar en el césped. Ambos conjuntos jugaron fieles a sus estilos y lo dieron todo para llevarse el trofeo de campeón de Europa. Inglaterra anotó a los dos minutos del encuentro gracias a un gol de Luke Shaw que aprovechó un gran centro de Trippier. Italia a pesar de tener la posesión de la pelota en la primera parte no pudo generar daño a la portería de Pickford. En el segundo tiempo si logró provocar peligro y Bonucci hizo el empate aprovechando un rechace en un córner.