Suecia se animó en los último minutos y fue al ataque. Quaison recibió un balón en profundidad que con el que se quedó solo ante el portero y este le arrolló en el área. El colegiado lo tuvo claro y señaló la pena máxima. Forsberg fue el encargado de tirarlo y no falló. Con un disparo duro, a media altura y ajustado al palo puso el 1-0 ante Eslovaquia.