Las grandes estrellas aparecen en los grandes momentos y hace mucho que Kevin de Bruyne es uno de esos que no se esconden, y menos en una Eurocopa. Frente a Dinamarca se encontraba con todo en contra: el resultado, la inactividad y el mal juego de los suyos, pero fue salir al campo en la segunda mitad y cambiar la cara a Bélgica hasta tal punto que remontó el partido.
Todo lo ocurrido con Eriksen, lejos de apagar a Dinamarca, encendió a la selección de Kasper Hjulmand, que comenzó arrasando. Crearon siete ocasiones peligrosas por tan solo una de los belgas en la primera parte y ya lo dice el refrán... el cántaro se rompió.
El gol fue de Yussuf Poulsen, delantero del Rb Leipzig, pero Dinamarca fue mucho más que eso. Atrás supo frenar los ataques de Bélgica sin mucho problema, provocando que los de Roberto Martínez tuviesen que jugar a mandar balones largos a Lukaku, y arriba merecieron un resultado más amplio.
Los movimientos de Braithwite, el juego exquisito de Damsgaard, las llegadas de Delaney... los recursos eran muchos y las armas de Bélgica en defensa, muy limitadas. La falta de Eriksen en el centro del campo apenas se notó y los daneses acabaron con nueve disparos a puerta la primera parte por tan solo uno de los belgas.
Especialmente malo fue el inicio de Lukaku, desaparecido. En la primera parte no disparó ni una sola vez y únicamene acertó un 52% de los pases que intentó. Sin embargo, por algo es uno de los arietes más temidos del viejo continente. Las estadísticas no importan cuando el belga se monta en la moto y, en una de esas, nadie pudo pararle por banda derecha, puso el pase atrás para De Bruyne y este regaló el tanto a Thorgan Hazard. Jugadón.
Las lágrimas del futbolista del Manchester City tras sus dos fracturas en la final de la Champions League siguen en la retina, pero por fin reapareció con Bélgica. Y lo hizo dando una clase magistral de como cambiar un partido. Antes de Kevin, Dinamarca era superior, con él en el campo, Bélgica se llevó el partido.
Y no solo fue la asistencia para el pequeño de los Hazard... minutos después y tras una gran apertura, realizó un pase a la red digno del mejor golfista. Golazo de la estrella belga que demostró por qué está considerado uno de los mejores jugadores del mundo. De hecho, solo realizó dos tiros a puerta y uno de ellos fue para dentro (50% de efectividad).
Y en el apartado de pases, siguió sentando cátedra. 74,4% de acierto (70% en campo contrario) y solo un centro malo. Además, ganó cinco duelos y solo perdió uno. La Eurocopa no ha hecho más que empezar, pero todo apunta a que será una de las grandes actuaciones individuales del torneo tras haber salido del banquillo.