Álvaro Morata terminó bajo de ánimos el encuentro de España ante Suecia. El delantero sufrió el azote de las gradas de La Cartuja con sus pitos y la imagen de él en el banquillo tras ser sustituido lo decía todo. La que también sufrió al ver esto fue su mujer, Alice Campello.
La modelo italiana se desplazó a Sevilla para vivir en el campo el debut de la Selección y ver cómo su marido partía como titular. El delantero comenzó muy enchufado y trabajando mucho, pero erró en las oportunidades que tuvo de cara a gol y la afición no se lo perdonó. Su mujer tuvo que vivir cómo recibía las críticas de las gradas y escuchar cómo le jaleaban: "Hay que meterla".
Alice compartió en sus redes sociales con sus seguidores instantáneas de dentro del terreno de juego y también capturó al delantero antes de irse al vestuario dejándole un mensaje. "Vamos, mi amor". Ella y otros muchos también le apoyaron.
Recibió pitos, pero en un momento del partido su nombre fue coreado por parte de los aficionados e incluso alguno ya ha confesado que se siente arrepentido por haberle abucheado. Morata crea división entre los hinchas españoles, pero su pareja seguirá estando ahí para apoyarle en todo.