España comenzó animado y llegando con peligro al área de los eslovacos. La presión de los de Luis Enrique era alta y en una de esas consiguió sacar petróleo. Koke fue a presionar al defensor y este en vez de despejar el balón arrolló al jugador del Atlético de Madrid, tras revisarlo en el VAR y consultado en la pantalla por el colegiado, no tuvo dudas y señaló la pena máxima.
Morata fue el que cogió en balón y lo puso en los once metros. El delantero no tuvo fortuna y el portero de Eslovaquia le adivinó las intenciones impidiendo que España se adelantara en el marcador en el minuto 11.