Tras 120 minutos, Felix Brych pitó el final del Italia - España y las semifinales se decidirían desde la tanda de penaltis. Antes de comenzar, los dos capitanes se reunieron con el trío arbitral para decidir quién comenzaba primero a tirar los penaltis y en qué área se hacía.
Jordi Alba y Chiellini tenían que ponerse de acuerdo. Se hacían dos sorteos, el primero para decidir dónde se lanzaba. El italiano ganó ese primer duelo y se tiró dónde él quería y fue ahí donde el lateral intentó engañar, pero entre risas el central no se lo permitió. Ganó también el segundo en donde se decidía quién comenzaba a lanzar primero los penaltis.