El equipo de Luis Enrique comenzaba el partido con las ideas claras: Posesión, intensidad, dinamismo, fuerte presión para evitar que Polonia creara peligro y recuperar rápido para llegar al área rival. Al final la Selección Española tuvo su recompensa con el gol de Álvaro Morata que abría la lata ante Polonia. El delantero no dudo en celebrarlo con su entrenador, con un abrazo muy tierno, que le ha estado protegiendo después de su mal partido contra Suecia y los pitos recibidos en La Cartuja.
España salió arrolladora en todos los sentidos y a excepción de una jugada polémica sobre un posible penalti del propio Morata en el área de Unai Simón. Minutos después Gerard Moreno era derribado cuando intentaba rematar un balón pero en ninguna de las dos jugadas el árbitro apreció suficiente para pitar la pena máxima.