El partido más antiguo de la historia de las selecciones, la rivalidad que nunca terminará Inglaterra contra Escocia, el equipo de la Rosa contra los ‘Terriers’ en una Eurocopa y en una tarde lluviosa en Wembley, jugándose ambos conjuntos la clasificación para octavos de final, no se podía pedir más. Hubo hasta acciones polémicas, lo único que faltó fueron los goles.
Mateu Lahoz pitó el inicio del partido, y se acabó el fútbol moderno empezando una batalla de otra época. En la primera jugada ya hubo un jugador inglés tendido en el terreno de juego por un golpe en un salto. Escocia dio el primer aviso con una gran jugada elaborada que terminó Adams pero el disparo fue bloqueado por el central del Manchester City, Stones.
Los de Steve Clarke pusieron en el campo todo para evitar el dominio inglés pero no puedes parar del todo a los ‘tres leones’, en dos jugadas aisladas crearon mucho peligro en el área escocesa. La primera en un saque de esquina en el que Stones remata de cabeza con mucha potencia al palo de la portería de Marshall, con el miedo todavía en el cuerpo, Mount estuvo a punto de culminar otra jugada que hubiera supuesto el primer tanto del partido.
Inglaterra empezaba a carburar y con poco generaban bastante. Escocia buscaba su juego vertical y directo en ataque y en defensa intentaban frenar a verdaderos atletas como eran Sterling, Mount y Phoden que con espacios eran imparables. La presión alta estaba funcionado para evitar la continuidad del juego de los de Gareth Southgate algo que consiguieron durante gran parte de los primeros 45 minutos. Aun sin fluidez en el juego, Kane tuvo una clara de cabeza pero su remate no cogió puerta.
Empezó a jugar mucho más con la pelota Escocia y los jugadores crearon una gran combinación que acabó en una oportunidad buenísima que culminó O’Donnell con una volea de mucha calidad para meter miedo a la afición inglesa pero Pickford apareció como un rayo y realizó una parada increíble para mantener el empate en el marcador. El partido se fue al descanso sin una clara dominadora y con una igualdad digna del duelo.
La selección inglesa salió mucho más enchufada tras el descanso pero Escocia plantó una defensa numantina para evitar las estocadas del conjunto de Harry Kane. Al capitán del equipo de la Rosa, los ‘Terriers” lo tenían retenido y evitaban que participara en el juego. En el minuto 62, otra ocasión muy clara de Escocia en la que una buena acción de James despejando debajo de los tres palos, evitó el gol de Dykes.
Con el paso de los minutos, el físico se fue notando y los escoceses fueron mucho más agresivos con las faltas y paraban el juego cada vez que tenían ocasión. Kane y Foden abandonaron el terreno de juego sin haber hecho nada destacable, aparte de un remate que no encontró portería. Escocia supo defender muy bien a los ingleses pero no logró anotar en la portería de Pickford y acabó el partido con un resultado que le sirve de poco para clasificarse a octavos de final.